jueves, 14 de marzo de 2013

Escoria y caspa

Ya se roba hasta escoria de arrabio para venderla a chatarrerías de la Comarca de Avilés. ¿También esto es culpa de la crisis o es un ejemplo más de nuestra España? Pues un poco de ambas cosas.

La escoria es el residuo de la fundición, pero también “cosa vil y de ninguna estimación”Entonces, ¿para qué la roban? O la situación es desesperada y ya vale todo o, en su caso, la escoria se paga a un precio nada despreciable en el mercado negro (y nunca mejor dicho).

También me pregunto mo lo habrán hecho. En la película Cadena perpetuaAndy Dufresne (Tim Robbins) cava un túnel para escapar de la cárcel, deshaciéndose del escombro mediante pequeños transportes al patio dentro de sus bolsillos. Algo parecido debió ocurrir aquí, pero cambiando escombros de ladrillo por escoria de arrabio y pantalones por furgonetas. Unos transportes que circulaban desde la fábrica hasta sus destinos, parece ser que con nocturnidad, alevosía y escaso control, aunque al final fueron pillados.

Si a una crisis de trágicas dimensiones le añadimos la típica picaresca española, nos salen retratos tan cutres y tan graves como este. No hay más que ver la evolución reciente. Donde antes se robaban cable de cobre y tapas de alcantarilla, ahora se hurtan también escoria y chatarra. Donde antes las casas de empeño recogían oro, ahora también pagan por la plata. Donde antes los contenedores almacenaban basura, ahora sirven como lugar de intercambio. Dramático este nuevo estraperlo del siglo XXI.

La misma televisión que ofertaba cientos de créditos al consumo “sin hacer preguntas” y publicitaba pagarés de empresas con una rentabilidad exagerada, ahora programa concursos cuyos premios son vales de comida. En el mismo país donde una familia media podía salir a cenar fuera de casa, ahora sus colegios públicos deben habilitar espacios para las fiambrerasHemos pasado de asimilar veinte duros y un euro a volver a escudriñar el folleto de ofertas del supermercado.

Este es el mismo país donde la noticia más leída es la nueva relación extramarital de Belén Esteban o el enésimo partido del siglo entre Real Madrid y el Barcelona. Así es imposible tomarse en serio la lucha contra el paro, el fraude fiscal o la economía sumergida.


Publicado en La Voz de Avilés el 14 de marzo de 2013

viernes, 8 de marzo de 2013

Premios con sabor asturiano

La auditora de la Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias Elena Herrero González ha sido galardonada con el segundo premio de la revista Auditoría Pública por su trabajo sobre "Las recomendaciones en el informe de fiscalización".

Es la tercera vez que el premio recae en alguna persona de las que actualmente trabajan en el órgano de control externo asturiano. El síndico Antonio Arias Rodríguez fue premiado en 1997 por el artículo "La doble cara del fraude administrativo" y el jefe de gabinete técnico de la Sindicatura, Roberto Fernández Llera, fue premiado en 2004 por el trabajo titulado 'Empresas públicas autonómicas y endeudamiento fuera de balance'.

Teletipo íntegro de Europa Press aquí.

domingo, 3 de marzo de 2013

Economía y antidemocracia

www.loscalvitos.com
Afirma Joaquín Estefanía que la Economía no puede ser sólo “la ciencia de la intendencia”. No hemos construido todo un corpus teórico y empírico durante siglos para ocuparnos ahora en exclusiva de la fabricación y el abastecimiento de productos, sin más restricciones que la disponibilidad de tecnología y factores de producción en cada momento. Con todos los respetos, para eso bastaría con la ingeniería.

Las Ciencias Sociales –y la Economía lo es- parten inexcusablemente de comportamientos humanos, tanto individuales como colectivos. También incorporan valores como la solidaridad o el respeto al medioambiente, sirviendo así para resolver problemas de interacción entre personas, no entre máquinas ni seres inertes.

A pesar de lo anterior, cuando escuchamos a una gran parte del gremio hablar de “economía” (ahora sin mayúscula), automáticamente nos conduce a varios conceptos que se alejan de ese planteamiento. Asocian economía a austeridad extrema, la cual, por cierto, se ha demostrado bastante ineficaz e injusta. Peor aún es cuando se quiere hacer pasar una cierta economía por encima de la Política (volvemos a la mayúscula), cuando lo normal es que la primera esté al servicio de la segunda, pero no a la inversa.

¿Puede existir un sistema económico sin democracia? Parece obvio que sí (ahí está China como paradigma). ¿Puede ese mismo sistema económico persistir en el tiempo, haciendo abstracción permanente de los derechos humanos más elementales o poniendo en cuestión conquistas sociales? Francamente, esto ya es muy difícil. Una parte cada vez más importante de la sociedad comienza a sufrir un empobrecimiento real y progresivo, mientras una minoría selecta se apropia de las ganancias de toda la sociedad y, por si fuera poco, propugna mecanismos que tienden a perpetuar esas desigualdades. Esto es insostenible y la Historia muestra que suele terminar con acontecimientos muy poco deseables (no hace falta irse ahora tan lejos como a China).

Europa y España no serían lo mismo sin solidaridad ni democracia plena. Es lo que nos ha hecho ser diferentes, para mejor, en las décadas pasadas. ¿Por qué entonces algunos se empeñan en destruir lo que tanto costó levantar? ¿Por qué oigo supuestos dogmas entre mis colegas economistas, adoptados por ciertos políticos como mandatos divinos? ¿Por qué siguen triunfando berlusconis y grillos cuyo único mensaje es dinamitar el sistema democrático? Yo creía que esto de hablar ex cátedra y ser infalible era cosa del Papa, pero hasta él ha renunciado a hacerlo.

   
Publicado en La Voz de Avilés el 3 de marzo de 2013