martes, 27 de diciembre de 2011

Unos crean y otros destruyen

ELOY ALONSO (REUTERS)
De manera intencionada esperé unos días para no dejarme arrastrar por la impotencia que sentí tras el cierre forzado del Centro Niemeyer. El malestar con quien dio carpetazo a su programación internacional, léase Álvarez-Cascos, aún me dura. Al mismo tiempo, sé valorar, como mucha más gente, el esfuerzo de la alcaldesa de Avilés por defender lo que sigue siendo de justicia para esta ciudad y para Asturias.

El diálogo entre el Ayuntamiento de Avilés y el Gobierno de Principado de Asturias no fructificó porque se buscaban metas muy dispares. Ese diálogo que ha sido seña de identidad del Centro Niemeyer, esta vez rompió antes de culminar con éxito. Por eso el resultado final no debe ser analizado desde la equidistancia ni desde la indiferencia. Hacerlo así no sería justo.

Para el gobierno asturiano seguramente ese diálogo ha comportado «plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos» (primera acepción del Diccionario). Un debate espiral hasta el infinito, más o menos gratificante, pero insuficiente cuando hay plazos cerrados.

No quiero ni pensar en que el diálogo de estos meses haya discurrido como una «obra literaria, en prosa o en verso, en que se finge una plática o controversia entre dos o más personajes» (segunda acepción). Si hubiese sido así, yo lo llamo deslealtad. Doy por sentado que ambas partes buscaban el bien común, a pesar de ciertos mensajes contrarios por parte del 'viceconsejero' (el autentico 'consejero' de cultura está en Presidencia).

Otro enfoque del diálogo sería como «discusión o trato en busca de avenencia» (tercer significado). No se trata de hablar por hablar, sino de conversar para llegar a un acuerdo de conformidad, con concesiones mutuas, pero con un resultado colectivamente satisfactorio. ¿De verdad la administración autonómica buscaba esto?

El daño a la imagen y a la ilusión es evidente. La herida no es mortal, pero el cuerpo ha sido mutilado. La criatura vivirá, sí, pero con importantes discapacidades y hasta cambiada de nombre. Aún así, no renunciemos todavía al sueño. Peleemos.
 
Publicado en La Voz de Avilés el 27 de diciembre de 2011

2 comentarios:

Xian dijo...

Ya lo había leído en LA VOZ. Buen artículo!!!

Roberto Fernández Llera dijo...

Gracies :-)