miércoles, 19 de mayo de 2010

Más impuestos para repartir el esfuerzo


Aquí van algunas de mis opiniones en el programa La Lupa de Canal 10, el día 18 de mayo de 2010.

España lleva demasiado tiempo planteando que lo bueno es bajar impuestos, pero hay que saber que eso no siempre es verdad. Ahora en lo que se debe pensar es en una reforma fiscal de amplio calado.

Se trata de un ajuste duro pero necesario, porque también es muy dura la situación económica actual.

Una vez que el Gobierno ha asumido el coste político del duro ajuste fiscal, es imprescindible no dar marcha atrás ni matizar las medidas adoptadas.

No es malo que el Gobierno haya adaptado el discurso y las medidas a la evolución de la situación económica.

No me parece demasiado correcto manifestarse porque a un empleado público le bajen el sueldo frente a los miles de trabajadores que han perdido sus empleo y los que están pendientes de negociar su continuidad. No podemos perder de vista que el ajuste salarial que se ha planteado en el sector público, el privado ya lo hizo. En el 96 ya se acordó una congelación salarial en el sector público con una tasa de inflación superior al 6% lo que, de hecho, supuso pérdida de poder adquisitivo.

Tampoco sé si las medidas llegan o no a tiempo, pero sí que se trata de una cuestión de solidaridad.

Quizá debamos plantearnos si hay que seguir construyendo carreteras o mejorar otros gastos corrientes más productivos. No imponer ninguna restricción presupuestaria es una posición que no se sostiene.

Está claro que si la tributación de las SICAV se sube en exceso se puede producir una fuga de capitales, pero puede haber un alza moderada que lo evite. Dos contribuyentes tienen que ser iguales si tienen la misma renta con independencia de si los ingresos vienen del ahorro o de un salario.

Abogo por el rescate del impuesto de patrimonio y del de sucesiones y donaciones. El primero debería convertirse en un impuesto parecido al de las grandes fortunas.

Todas las reformas, concluye, deben hacerse desde un amplio consenso político y social para garantizar su continuidad.

Ver noticia completa en El Comercio del 19 de mayo de 2010.

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