lunes, 29 de enero de 2018

Pagas y caras


Como decía la copla, “nadie sabe, nadie sabe, aunque todos lo quieren saber”. O el bolero: “usted es la culpable, de todas mis angustias y todos mis quebrantos”.

Resulta que un grupo de chicos se suben en un “dieciséis”, o sea, en un cuadrado perfecto de cuatro por cuatro. En pleno temporal de invierno, deciden investigar el apareamiento de las cabras en el puerto más pindio de Asturias, pero el coche se para cuando ya no puede más. Piden ayuda de urgencia desde sus móviles de última generación y el encargado de proporcionársela, con inteligencia, les dice que van a tener que esperar un poco. Por lo menos, veinte años, a ver si maduran.

Un poco más abajo, se estaba iniciando la autopsia a un hombre vivo, pero cuando el forense iba a abrir la caja (torácica), el muerto despertó protestando. No iba a permitir de ninguna manera que se le practicase una vivisección, aunque llevase la anestesia puesta o solo porque su muerte la hubiesen decretado dos médicos titulados.

Mientras, en las carreteras mesetarias españolas quedan atrapadas miles de personas en sus vehículos. Se anunciaba nieve y nevó. Se anunciaba frío y heló. Se anunciaban atascos y colapsó. Con todo y con eso, unos cuantos se echaron carretera adelante, otros prefirieron permanecer en el calor sevillano y hasta hubo una empresa de autopistas que siguió cobrando el peaje para entrar a una ratonera. Más inteligente –que no listo ni listillo- fue el veterano camionero que sacó su manta, se metió en la cabina y echó una siesta. Hasta que escampó.

Entre errores, despistes, camillas y cafés, aparecen casi de inmediato la denuncia, la reclamación y la paga. Los “afectados” exigen al “gobierno”, así, en abstracto, una indemnización, si es en efectivo, tanto mejor. La culpa es suya, del otro o de nadie, pero nunca de los susodichos, ni siquiera compartida o solidaria. El “Estado” (podemos quitarle la penúltima letra para que suene más cabreado) es el que obliga a portarse mal y a no seguir las indicaciones. Es el responsable y punto. Común denominador a todo lo anterior.

No somos simétricos en criticar y apoyar, algo humano, pero no siempre justo. Nos falta cultura colectiva, desempeño común, una bandera que nos una (y no hablo de las de trapo que se sacan a los balcones, aunque a veces también). En España la institución familiar es muy apreciada (muy buena cosa y hecho diferencial latino), pero en cambio la institución administrativa es muchas veces el enemigo a batir. Aplaudimos el gasto y la pensión, pero no el impuesto que los financia. Pues no vale.


Publicado en La Voz de Avilés el 29 de enero de 2018


martes, 23 de enero de 2018

Organización y financiación de servicios municipales

http://redlocalis.com/informe-red-localis-2017/

Esta mañana se presentó en sociedad el I Informe Red Localis, coordinado por Concepción Campos Acuña y yo mismo, con el patrocinio de la Diputación Provincial de Ourense. El título general del informe es "Organización y financiación de servicios municipales".


Esta es la presentación del informe, firmada por los dos coordinadores:

Red Localis, la Red Local de Administración Pública, es una red sobre el mundo local español, de la que forman parte profesores, investigadores universitarios y profesionales del mundo local. Su objetivo es convertirse en un foro cualificado de reflexión y referencia sobre la gestión del municipalismo, con la finalidad de transferir conocimiento desde las universidades y la Administración Local, para mejorar el debate público sobre temas de interés local. Red Localis está gestionada por GEN, una plataforma de transferencia de conocimiento en el ámbito de la economía y la gobernanza del sector público, con particular interés en el federalismo y la descentralización. Con ese propósito, Red Localis ha ido desarrollando distintas líneas de trabajo e investigación. 
Una de ellas, a través de la presentación periódica de documentos que analizan los ejes de la gestión pública local, tomando el pulso a los ámbitos de mayor actualidad. Al lado de éstos se vertebran otras iniciativas relevantes, enmarcadas en la suscripción de un convenio con la Diputación Provincial de Ourense.
Por una parte, el Congreso Red Localis, como espacio de encuentro de expertos, académicos y profesionales de todo el territorio que, en su primera edición, en junio de 2017, abordó temas cruciales sobre compra pública, colaboración público-privada, transparencia, buen gobierno, participación ciudadana, administración electrónica y calidad de los servicios públicos de ámbito local.
También se ha puesto en marcha el primer Observatorio Municipal Gallego (www.observatorioredlocalis.com), con el objetivo de recoger y difundir información relacionada con la economía y fiscalidad municipal de los 313 ayuntamientos.
Siguiendo esa misma línea de trabajo colaborativo y útil para la sociedad, aquí se presenta el Informe Red Localis, cuyo subtítulo es “Organización y financiación de servicios municipales”. Se trata de un documento con el que se pretende poner en valor la necesidad de evaluar la organización y la financiación de los servicios municipales, al tiempo que se trata de cuantificar la calidad en su prestación. A tal fin, el I Informe Red Localis se estructura en tres ejes temáticos: i) aspectos generales sobre la organización y financiación de los servicios municipales; ii) financiación y costes de los servicios municipales; iii) fusión, colaboración y cooperación en los servicios municipales. No hay duda que la organización, la financiación y la calidad de los servicios que se ofrecen desde el ámbito municipal son cuestiones de indudable interés y, del mismo modo, algunos de los retos principales para los próximos años. Desde la Red Localis queremos contribuir a este debate con argumentos.
En la elaboración del I Informe Red Localis se han tenido en cuenta, entre otros aspectos, la heterogeneidad de la planta local en España, caracterizada por un gran número de núcleos rurales y con unas características sociodemográficas especiales, así como la necesidad de encontrar respuestas a la prestación de unos servicios municipales básicos con unos estándares de calidad. Con este I Informe Red Localis se posibilitará un doble enfoque sobre todas estas cuestiones, ya que combinan trabajos de naturaleza más teórica, con otros más aplicados, donde se analizarán iniciativas que se vienen aplicando en Galicia y en toda España.
En síntesis, el I Informe Red Localis se presenta como un documento que permite reflexionar sobre la prestación adecuada de los servicios públicos municipales, por ser una de las cuestiones que más preocupan al municipalismo español, siendo además, una de las líneas de trabajo de la Red Localis.
A lo largo de este I Informe Red Localis se abordan los principales retos a los que se enfrentan las entidades locales como prestadoras de servicios básicos a la ciudadanía, con especial referencia a la reforma que introdujo la -tan criticada- Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Estos retos nos obligan a revisar el modelo prestacional, evaluando luces y sombras de la gestión indirecta de servicios, pero también de las tendencias inversas, con particular incidencia en la remunicipalización o internalización de los servicios municipales como alternativa a los modelos externos de gestión. Sin olvidar una mirada al impacto de las nuevas tecnologías en municipios inteligentes, al lado de una sociedad cada vez más interconectada y próxima al nivel de gobierno local, a través de las políticas de gobierno abierto, pensando en nuevos servicios para esta primera mitad del siglo XXI.
Pero no puede abordarse un informe sobre la organización y funcionamiento de los servicios públicos municipales sin hablar del redimensionamiento de la planta local, examinando, con el rigor y la seriedad que debe hacerse, la instrumentación de la fusión municipal como una vía de garantía en la prestación de los servicios públicos municipales. Para ello, resulta preciso tomar en consideración las competencias de cooperación y coordinación interadministrativa de los servicios mínimos municipales, asignadas a las diputaciones provinciales y otras entidades locales intermedias. A su lado, el renovado papel de las asociaciones de entidades locales, llamadas a desempeñar una actividad central, alineando el conjunto de entidades locales, detectando sus necesidades y actuando como interlocutor para alcanzar las demandas efectuadas desde el sector local.
Las entidades integrantes de la Administración Local, con el obvio protagonismo de los municipios, tienen reconocida constitucionalmente autonomía para la gestión de sus respectivos intereses. Sin embargo, dicha autonomía se ha visto limitada en buena medida por el modelo de financiación, casi siempre superado por el protagonismo del sistema de financiación autonómica, lo que ha dejado una auténtica asignatura pendiente.
El I Informe Red Localis investiga, por extenso, las distintas aristas del problema, comenzando por la relación de las competencias legalmente atribuidas y la prestación de los servicios municipales obligatorios, planteando preguntas a las que debe darse respuesta desde la reflexión que permite el conocimiento empírico del mundo local. Por ejemplo, se plantea si hay un “coste de existencia” o si el mejor modo de sufragar servicios públicos de calidad es mediante impuestos, tasas, precios públicos o precios privados, según el caso, como alternativas de financiación.
La financiación de los servicios públicos no puede perder de vista que la defensa del interés general reclama una perspicaz visión basada en el valor y no exclusivamente en el precio. De ahí el enfoque de la calidad en su prestación y en la búsqueda de la eficiencia en el mundo local, con opciones factibles de medición y cómputo. Se hace muy necesario el ejercicio de responsabilidad desde el punto de vista de la racionalización en la asignación de los recursos públicos, así como la obligación de plantearse el coste de los servicios no obligatorios, en buena medida, a través de la fiscalización de entidades locales por las instituciones de control externo, incluyendo sus modalidades financiera, de cumplimiento y operativa. En aplicación de esa búsqueda del objetivo de mejorar el debate público y la transferencia del conocimiento, inherentes a Red Localis, se exploran valiosas experiencias concretas, como el proyecto de control interno en el Ayuntamiento de Madrid o la evaluación de servicios municipales en Galicia.
Para alcanzar el objetivo propuesto, en la elaboración de este I Informe Red Localis hemos contado con la inestimable contribución de un magnífico equipo de colaboradores de toda España, personas expertas y de reconocido prestigio, provenientes del mundo académico, gestor y profesional, con el denominador común de ser grandes conocedores de la realidad del mundo local. Vaya desde aquí nuestro reconocimiento a su aportación y su generosidad.
Finalmente, pero en modo alguno con menor intensidad, reiteramos nuestro sincero agradecimiento a la Diputación Provincial de Ourense por su fundamental apoyo financiero, así como al equipo técnico de GEN y, de manera muy especial, a Fernanda Martínez Castillo, “desfacedora de entuertos” y eficaz solucionadora de problemas.

En el enlace está el informe a texto completo y en descarga libre. Este es el índice:

Presentación
Mª Concepción Campos Acuña
Roberto Fernández Llera
1. Las Entidades Locales como prestadoras de servicios básicos a la ciudadanía: especial referencia a la reforma de 2013 y su proyección de futuro
Mª Concepción Campos Acuña
2. Competencias y servicios municipales obligatorios: ¿hay un coste de existencia?
Roberto Fernández Llera
3. Luces y sombras de la gestión indirecta de servicios
María Pilar Batet Jiménez
4. La remunicipalización de los servicios municipales como alternativa a los modelos externos de gestión
María Cadaval Sampedro
5. Nuevos servicios para una nueva sociedad. Reflexiones en torno a los datos, las personas, la tecnología y la Administración: ciudades y territorios inteligentes
Víctor Almonacid Lamelas
6. ¿Cómo financiamos servicios públicos de calidad? ¿Preguntas y respuestas o preguntas sin respuesta?
Javier Suárez Pandiello
7. Tasas, precios públicos y precios privados: alternativas de financiación de los servicios públicos
Álvaro Jesús del Blanco García
8. La ansiada eficiencia en el mundo local: opciones factibles de medición y cómputo
José Manuel Cordero Ferrera
9. El coste de los servicios no obligatorios de los Municipios: una nueva visión tras la reforma de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local
Jose Manuel Tránchez Martín
10. El proyecto de control interno en el Ayuntamiento de Madrid
María José Monzón Mayo
11. Control externo y fiscalización de entidades locales: financiera, de cumplimiento y operativa
Eloy Morán Méndez
12. Experiencias de evaluación de servicios municipales en Galicia
Alberto Vaquero García
13. Relación entre el coste de los servicios y la planta local gallega
Alejandro de Diego Gómez
14. Hacia un renovado papel de las asociaciones de entidades locales
Carlos Prieto Martín
15. Las Diputaciones provinciales ante el siglo XXI
Alain Cuenca García

Mi capítulo lleva por título "Competencias y servicios municipales obligatorios: ¿hay un coste de existencia?". La legislación básica de régimen local, sobre todo tras la reforma operada en 2013, ha tratado de clarificar las competencias de los municipios. Asimismo, la prestación de los servicios públicos locales, en el ámbito de esas mismas competencias, goza de múltiples posibilidades, incluyendo las difeentes modalidades de gestión directa e indirecta. Entre las primeras, cobra especial protagonismo el tamaño del municipio. En el trabajo se analiza críticamente la regulación y se formulan algunas propuestas y sugerencias, con especial dedicación al aumento de tamaño de los municipios a través de procesos ordenados de fusiones.

Faro de Vigo, 24-1-2018

Y por aquí una tribuna de opinión de Concepción Campos Acuña.


miércoles, 17 de enero de 2018

La financiación no arregla el mundo


Ha quedado constatado el fracaso de la reforma del sistema de financiación autonómica en 2017, a pesar del mandato de la Conferencia de Presidentes de enero, a pesar de la supuesta voluntad política del gobierno central y a pesar de que la Comisión de expertos entregó su informe a finales de julio. Desde entonces, alguna reunión técnico-política y poco más. ¿Será en 2018?

De momento, mal empieza el año, cuando el Ministerio de Hacienda y Función Pública "congela" las entregas a cuenta que deben recibir las comunidades autónomas, las mismas que sirvieron para elaborar los vigentes presupuestos -o para gestionar las prórrogas- de las comunidades autónomas. Debe recordarse que estas entregas a cuenta son recursos que pertenecen por derecho a las comunidades autónomas, regulados en la ley del sistema de financiación autonómica, por tanto, independientes de la transacción política inherente a los Presupuestos Generales del Estado. Dos cuestiones, cada una por su canal, conectadas, obviamente, pero con diferentes metodologías técnicas y con distintos requerimientos de consenso político.

De nuevo hay que pedir un poco más de federalismo práctico y bastante más política de altura, para que se puedan desencallar, de un lado, la negociación entre gobiernos (sistema de financiación autonómica) y, de otro, la negociación entre partidos o grupos políticos (presupuestos). En caso de que sea imposible, se pasaría a otras soluciones: en el primer supuesto, una nueva prórroga del sistema de financiación autonómica de 2009; en el segundo, la cuestión de confianza o la convocatoria electoral anticipada. Lo que no tiene sentido es que la falta de acuerdo en el Congreso de los Diputados para aprobar un presupuesto -aún peor si se abre una espiral de varios ejercicios- trastoque, no ya la revisión o la reforma, sino incluso la operativa habitual del sistema de financiación autonómica.

Afirmado lo anterior, también es cierto que al sistema de financiación autonómica se le siguen pidiendo, quizás, demasiadas cosas. Como si fuese una pobre finalidad la de garantizar la financiación básica de los servicios públicos descentralizados, sobre todo, aunque no exclusivamente, los que hemos denominado como fundamentales (sanidad, educación y servicios sociales esenciales). Este y no otro es su objetivo principal. Nada más y nada menos.

Lo que no se puede exigir a un sistema de financiación autonómica es que resuelva de un plumazo -y lo seguimos escuchando a muchos gobernantes y representantes políticos- los problemas de la política ambiental, la corrupción, las infraestructuras, la violencia de género o el modelo energético. Ni siquiera el reequilibro territorial, para lo cual harían muy bien las Cortes Generales en aprobar un refuerzo significativo del Fondo de Compensación Interterritorial, como ha recomendado la Comisión de expertos y como mandata la Constitución. Tampoco el sistema de financiación autonómica resolverá la reducción de la deuda pública, en particular, la que tienen contraída las comunidades autónomas con el Estado a través de los mecanismos adicionales habilitados al calor de la crisis. Ni tampoco cerrará la "cuestión catalana", de causas mucho más profundas que las meramente fiscales y financieras. El sistema de financiación autonómica puede coadyuvar a encarrilar todos esos temas e incluso algún otro, es evidente, pero no es el bálsamo de Fierabrás. Por si alguien lo seguía pensando.

Publicado en el blog De fueros y huevos de Rifde-Expansión el 16 de enero de 2018
Publicado en Expansión el 17 de enero de 2018

martes, 16 de enero de 2018

Rondas y milímetros

Como vecino y contribuyente, no puedo dejar de sentir alivio al saber que hay un acuerdo para acometer la famosa Ronda Norte y la integración de las vías del tren a su paso por Avilés. No sé si son los proyectos óptimos desde el punto de vista ingenieril, pero los acepto, desde la confianza en el trabajo y la profesionalidad de los técnicos. Como economista opino que lo mejor suele ser enemigo de lo bueno, así que me doy por satisfecho, siempre y cuando esta vez se lleven a cabo y, por fin, Villa y Ría se toquen de nuevo, aunque en el mejor de los casos –paciencia- no lo veremos hasta mediados de la próxima década del siglo.

Como vecino y contribuyente, pero de nuevo también como economista, lo que no entiendo en absoluto es que se exhiba como un logro el que esas dos infraestructuras no pisen “ni un milímetro” del concejo de Castrillón. Ojo: la expresión es literal. Desconocía que las rayas administrativas entre municipios fuesen más infranqueables que las fronteras calientes entre países soberanos del mundo. Vivir para ver.

En estas mismas páginas leemos a menudo noticias y columnas sobre la importancia de la unión comarcal. Somos multitud quienes defendemos con ahínco la calidad asistencial del Hospital San Agustín como cabecera del Área Sanitaria y a nadie sensato se le ocurriría trocear uno u otra. Desde hace casi un siglo el transporte colectivo atraviesa varios concejos con total normalidad, llevando a la vecina de Los Campos que trabaja en Las Meanas y va a la playa de San Juan. A su lado, un vecino de La Fundición hace el recorrido inverso porque tiene su puesto de trabajo en Trasona y luego va de compras al Carbayedo.

Aun arriesgándome a ser pesado, ¿no nos damos cuenta de que el futuro pasa por la unión y no por la exclusión? El consenso alcanzado con el albergue de animales transita por ese camino, pero otras decisiones localistas, francamente, me asustan y me preocupan, no ya como vecino, contribuyente y economista, sino también como votante. Unidos siempre seremos más y, además, hasta tiene recompensa, por ejemplo, en el acceso a programas europeos o en el sistema de financiación local. ¿Lo sabían?

Anotemos otro argumento final. Como todo el mundo sabe, por los padrones oficiales y porque se ve a simple vista, estamos en un retroceso poblacional muy importante que seguro va a continuar. La Comarca de Avilés no es una excepción en esto, lo cual no es del todo malo porque nos homologa en esta problemática con el entorno, tras haberse diluido los efectos excepcionales de la explosión demográfica que supuso la instalación de Ensidesa. También nos hace más humildes en algunas pretensiones políticas y hasta puede facilitar y engrasar determinados acuerdos de fusión o colaboración. Sin acritud y sin medidores de milímetros.

Publicado en La Voz de Avilés el 16 de enero de 2018
 

jueves, 4 de enero de 2018

¿Hay que privatizar empresas públicas?




En el programa Cierre de mercados, de Radio Intereconomía, doy mi opinión sobre posibles procesos de privatización, al hilo del plan del presidente francés Macron. Soy más partidario de un análisis caso por caso, no de soluciones generales.
 
 

Entregas a cuenta y presupuestos del Estado

En Radio Asturias (SER) doy mi opinión sobre la incorrecta, a mi juicio, vinculación entre la no aprobación en plazo de los Presupuestos Generales del Estado para 2018 y las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica para este ejercicio (minuto 14:25).



Los argumentos con más detalle los encontráis en el Informe de la Comisión de expertos para la revisión del modelo de financiación autonómica (páginas 77-79).


miércoles, 3 de enero de 2018

Sangría demográfica y comarcalización

Noticia de La Nueva España, a cargo de Amaya P. Gión.
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Avilés ha perdido en un año 600 habitantes y baja por primera vez de los 80.000 vecinos en cinco décadas. La sangría demográfica es uno de los principales problemas que afronta el municipio, una realidad compartida por muchos otros rincones asturianos. El PSOE subraya que está trabajando para "revertir la situación", hacer de Avilés una ciudad atractiva para vivir y conseguir atraer población, pero los economistas creen que hay que ir aún más allá e inciden en la necesidad de comarcalizar servicios ante la continua pérdida de población y su envejecimiento. 
Para el economista Roberto Fernández Llera que se pierda población de forma tan dramática siempre es un riesgo de futuro en términos económicos y de empleo, pero incluso de ilusión. "En economía las expectativas son muy importantes. Con una población muy envejecida y en decadencia, siempre se dan peores condiciones para la inversión que en población dinámica", sostiene. ¿Quien va a invertir en un lugar donde la población está envejecida y no se renueva?, viene a decir el experto en Economía Aplicada. "No me resisto a asegurar, y ahora más que nunca, que es necesaria una visión comarcal. Tanto en términos de población como del tejido económico complementario, los concejos de la comarca deben unirse y coordinar políticas y servicios, como se viene haciendo con el transporte público", prosigue Fernández Llera. Y pone como ejemplo una política de suelo industrial común, de ayudas a a las empresas o también en materia de servicios sociales. "Frente al reto demográfico, la vía de la colaboración mediante la fusión municipal sería muy buena", indica. 
 
El sociólogo avilesino Arsenio Valbuena cree que la bajada de la barrera de los 80.000 habitantes hace que Avilés se sume a la tónica general de otras ciudades españolas. "Esta ciudad fue una excepción. La migración interior de la década de 1960 y principios de los setenta, de matrimonios jóvenes, hizo que Avilés se convirtiera en la ciudad más joven de España. Fue una isla de excepcionalidad dentro de Asturias, por la atracción de la gran industria", sostiene. La ciudad tenía en 1950 poco más de 21.000 habitantes, en 1960 la población se duplicó hasta los 48.503 vecinos y en 1970 se disparaba hasta los 81.710. "Aquellos matrimonios jóvenes tenía entre cuatro y seis hijos de media. Ahora, los hijos de esas generaciones son los que no tienen hijos o uno como máximo. Los hijos de aquellos migrantes no tenemos nietos. Creíamos que estábamos al abrigo del invierno demográfico, pero no", señala el sociólogo. Y añade: "La población se mueve. Avilés no cubre las bajas con atracción de migrantes: ni extranjeros, ni nacionales, ni comarcales. La mejora de las comunicaciones ha hecho que se pueda trabajar en Avilés y vivir en entornos mucho más atractivos económicamente (como Castrillón o Corvera, donde los pisos son más baratos que en la ciudad) o por oportunidades (como Oviedo y Gijón). Además, el empleo que se crea no se fija aquí". 
 
En el gobierno local inciden en que la pérdida de población es un "contexto generalizado", pero reconocen que vienen trabajando contra el envejecimiento y la sangría demográfica. Este mensaje está constantemente en el discurso de la alcaldesa, Mariví Monteserín, y es uno de los retos con los que el PSOE inicia cada nuevo año. ¿Y cómo se puede trabajar en revertir esa tendencia desde el Ayuntamiento? Según el concejal de Promoción Económica y de Ciudad, Manuel Campa, a partir de tres pilares fundamentales: el primero, generar empleo estable y de calidad; segundo, conseguir que la gente llegue atraída por esos puestos y hacer de Avilés una ciudad atractiva para vivir para que no solo vengan a trabajar, sino a hacer su vida en ella. "La ciudad tiene que estar preparada, ofrecer una buena calidad de vida y de servicios, que la gente se sienta cómoda, también con la con cultura y el ocio. Lo que buscamos es que un investigador que venga al parque científico tecnológico se quede a vivir aquí, y no se vaya a La Fresneda o Salinas. Queremos que puedan trabajar con comodidad, que puedan ir caminando mediante un buen acceso peatonal al parque tecnológico, en ese tipo de cosas la ciudad tiene que trabajar", apuntó Campa. 
 
¿Pero está la solución en un municipio cuando el problema es regional? La práctica totalidad de los concejos asturianos pierden población y aceleran su envejecimiento. "La natalidad está entre las más bajas del Planeta. En cuanto al envejecimiento, las cifras son espeluznantes salvo en el área central. Los jóvenes con aspiraciones provisionales se van de Asturias. Juntas todo eso y la ecuación es muy sencilla. El caso de Avilés no me llama la atención", apunta la doctora en Economía Ana Viñuela, integrante del grupo de investigación REGIOlab. La economista lamenta que siga sin ponerse en marcha el área metropolitana central de Asturias: "Ayudaría a aliviar estas tendencias demográficas, pero cada concejo sigue a la deriva. El diagnóstico está hecho desde hace mucho tiempo, estuvo en la agenda política hace un par de años gracias a IU, pero no se ha avanzado. El área metropolitana sería perfecta para un experimento de coches híbridos o eléctricos. Estamos contaminando con un tráfico tremendo y con un transporte público mal coordinado. Fomentemos el vehículo eléctrico y seamos un ejemplo en el mundo".

martes, 2 de enero de 2018

Gobiernos y locuras


Son días propicios para recogerse y meditar. Incluso para hacer balance, pero no demasiado, no vayamos a tener un patrimonio neto negativo de nuestra historia reciente.

A lo mejor es bueno que el gobierno –mejor sería nombrarlo en plural- piense en una amplia remodelación de áreas y departamentos, habida cuenta de que inauguramos ejercicio con triple prórroga de presupuestos, tanto en el Estado, como en una buena parte de las comunidades autónomas (incluido el Principado de Asturias) y en la mayoría de ayuntamientos. Si lo excepcional empieza a ser normal, cosa que por cierto no es nada saludable, ¿por qué no jugamos hasta el final e imprimimos un ficticio impulso a la gestión?

Para empezar, me gustaría que hubiese una eufónica consejería de cultura y agricultura. O una concejalía de todo el ambiente nocturno, porque no me conformo con el medio ambiente. En cambio, suprimiría la concejalía de festejos o, mejor, ampliaría sus competencias para incluir ferias, fiestas, desgracias y funerales. Todo sea por el ahorro de costes y sueldos públicos.

Quizás fuese bueno un orwelliano ministerio de justicia, paz y amor. Y hasta otro de perros y jardines, puesto que estos seres vivos han dejado de ser cosas (lo dice la ley) y se lo merecen. Si en el pasado había un Ministerio de Relaciones con las Cortes, ¿por qué no uno de divorcios y separaciones del parlamento? Sería incluso ineludible en estos tiempos.

Juzgo necesaria una consejería de medio rural, pero también otra de medio urbano y otra de medio hostil. Por esa misma regla de tres, si ya hay un departamento de juventud, quiero sus homólogos de infancia, pubertad, adolescencia, madurez, senectud, vejez y mediana edad.

Los economistas pensamos que nada tiene sentido sin una consejería o concejalía de cuentas, pero otra a su lado de cuentos, es decir, las cifras y las letras, convenientemente separadas y coordinadas, como resumen de nuestra vida.

Los asuntos exteriores e interiores disponen de sus respectivos ministerios, faltaría más, pero no encuentro su equivalente de asuntos intermedios. Hay cosas que no están dentro ni fuera, sino todo lo contrario.

Para gestionar el Estado del Bienestar, dos opciones: la positivista o la trágica. La primera designaría los departamentos de alegría, sapiencia, autonomía, pleno empleo y renta total. La segunda, por el contrario, nos dejaría los simétricos de achaques, analfabetismo, dependencia, paro e inseguridad social.

En fin, no se crean nada. O puede que sí.

Publicado en La Voz de Avilés el 2 de enero de 2018