martes, 29 de marzo de 2016

Innovación docente en tierra hostil


En la revista Anuario da Facultade de Dereito da Universidade da Coruña (19, 2015, pp. 589-602) publico un artículo titulado "Innovación docente en tierra hostil: nota crítica sobre la Economía Pública en algunos estudios de Derecho", escrito junto a Francisco J. Delgado Rivero.  

RESUMEN

El contexto docente de una asignatura de Economía Pública dentro de algunos estudios universitarios de Derecho se define como hostil, por su escaso peso cuantitativo y cualitativo dentro de la titulación. En el nuevo Grado en Derecho las asignaturas de contenido económico general –y de Economía Pública en particular– han sido reducidas a la mínima expresión, lo cual se contradice con el espíritu homogeneizador del Espacio Europeo de Educación Superior. A pesar de ello, partiendo de la experiencia de cuatro cursos académicos en la Universidad de Oviedo, se escruta la utilización de una herramienta de e–educación (OCW) como innovación referida al proceso de enseñanza–aprendizaje. Los resultados permiten concluir que la experiencia ha alcanzado un significativo grado de provecho y satisfacción, en un entorno donde siguen predominando las técnicas docentes más tradicionales. Sin embargo, persisten riesgos derivados de la nueva ordenación de las enseñanzas universitarias, en vigor a partir de 2015.

ABSTRACT

The learning context of a course on Public Economics within a Degree in Law is defined as hostile, due to its tiny quantitative and qualitative share in the general studies. At the new Degree in Law, the courses related with Economics have been reduced notably, especially in the Public Economics case. This is inconsistent with the provisions of the European Higher Education Area in terms of standardization and harmonization. Despite this situation and following the experience from four years in the University of Oviedo, we analyse the use of an e–education tool (OCW) as a learning innovation in the learning and teaching process. The results allow us to conclude that the experience has reached a significant degree of usefulness and satisfaction, given a framework in which the traditional teaching techniques are still predominant. However, additional risks arise due to the new Spanish law on university degrees from 2015 onwards.

viernes, 18 de marzo de 2016

Impuestos y civilización: la Hacienda de casi todos

Foto: Marieta (La Voz de Avilés). Al fondo, El Roto y Padylla

Participé en Avilés en el Aula Jurídica titulada 'La vida y las normas. El Derecho que nos está pasando', bajo la dirección de Miguel Á. Presno Linera. Mi charla versó sobre los impuestos que debemos pagar para ser una sociedad civilizada (siguiendo la célebre frase del jurista estadounidense Oliver Wendell Holmes, Jr.) y, además, con la contribución de todos, como dice el conocido lema de Hacienda y porque así lo mandata la Constitución Española.

Pasé revista a la “mala prensa” de los impuestos, tracé las líneas básicas para una imposición óptima, me detuve en el combate contra el fraude fiscal, alerté sobre algunas propuestas tributarias concretas, insistí en la importancia absoluta de la educación fiscal y, en fin, terminé intentando poner algo de orden en el complejo mapa tributario español. Todo desde un enfoque divulgativo y con un lenguaje asequible al gran público, como corresponde a un curso de Extensión Universitaria. Creo que debe ser así, ya que los impuestos no son patrimonio ni reserva para unos pocos, sino que nos atañen "a todos", expertos, analistas, asesores, gestores, pero sobre todo, contribuyentes.

En la estupenda crónica de Cristina del Río para La Voz de Avilés se recogen perfectamente las ideas que lancé en la charla (también La Nueva España se hizo eco). La transcribo a continuación. 

Los impuestos no solo son necesarios, sino imprescindibles, y posiciones como la de Dolores Ripoll, abogada del Estado en el 'caso Noos', que defendió que el lema 'Hacienda somos todos' «debe circunscribirse al ámbito para el que fue creado, el de la publicidad», «ponen en solfa 40 años de campañas a favor del pago de impuestos». Roberto Fernández Llera, doctor en Economía por la Universidad de Oviedo, aplicó ayer, en el Centro de Servicios Universitarios de Avilés, la pedagogía que le faltó a Ripoll en la comentada sesión del mediático juicio con una sólida defensa del pago de impuestos, «el precio de una sociedad civilizada», la frase que pronunció el jurista y escritor norteamericano Oliver Wendel Holmes y que sirvió para titular la conferencia, 'Impuestos y civilización'.
Fernández Llera considera urgente acometer una reforma fiscal prácticamente integral porque el sistema español se diseñó en la Transición y «desde entonces han pasado muchas cosas en España». Por poner solo dos ejemplos , en estos casi cuarenta años «la mitad de los grandes impuestos está descentralizada a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos» y estructuras como la familia o la empresa «nada tienen que ver con las de entonces, y todo eso hay que incorporarlo».

Apremia al futuro nuevo gobierno a «abordarlo sin dilación» teniendo en cuenta que «hay que reforzar los ingresos estructurales, que son los básicos para financiar el gasto público de un país y cuya recaudación fue muy elevada hasta 2007 pero, por el efecto cíclico de la economía, cuando esta se derrumbó, también lo hicieron los ingresos». El nuevo sistema «deberá garantizar un nivel de financiación mínimo», sin olvidar que en España «se está muy por debajo de Europa en presión fiscal».

Esta reforma debe ir amparada en otro requisito imperioso para una sociedad civilizada y madura, la educación. «Puede parecer cursi, pero es necesario que se eduque desde la escuela en que pagar impuestos es algo bueno», lo que para Fernández Llera redundaría en un menor fraude fiscal. «Estoy convencido de ello y muchos expertos así lo dicen. Ver a futbolistas o famosos defraudando al fisco es muy dañino para la concienciación social».

No obstante, reconoce que los impuestos deberían simplificarse. «Cuanto más sencillos sean, los contribuyentes mejor los comprenderán y más fácilmente se recaudará», explicó, pero «esto que parece tan obvio, no se cumple».

Previamente, el doctor en Economía pidió reflexionar sobre qué nivel de gasto se quiere financiar para ajustar a él los impuestos, buscar su eficiencia de forma que no distorsionen la conducta de los consumidores, ciudadanos o empresas, porque «un impuesto sobre el 60 ó el 70% de la renta sería desincentivador», y, en tercer lugar, perseguir la equidad que proclama el artículo 31 de la Constitución.
 

jueves, 3 de marzo de 2016

Amores y políticas

www.perroamarillo.com

Una de mis canciones favoritas es Lágrimas negras, del compositor cubano Miguel Matamoros. Me vale en cualquiera de sus múltiples versiones, aunque si tengo que quedarme con una, lo hago con esa que une la voz de María Dolores Pradera y la música de Cachao. Pura poesía en esa letra. Pura magia en esos sones.

Otra canción que me embelesa es la que lleva por título Échame a mí la culpa, cuyo letrista, el mexicano Ferrusquilla, murió a finales de 2015, tras casi un siglo de larga vida. ¿Quién no conoce la versión de Albert Hammond, una de las melodías más difundidas de la historia musical en español?

Letras de amor y perdón, como tantas, pero con un elemento común: su desprecio al rencor y a la mala baba. Aunque al protagonista de la primera lo han echado en el abandono y le han muerto todas sus ilusiones, en sus sueños sigue colmando a la otra persona de bendiciones. En la segunda, algo parecido: el narrador está lleno de razones para despreciar a la otra parte y, sin embargo, quiere que sea feliz.

A quien se ha querido con ganas, aunque el final haya podido ser tormentoso, no deberíamos desearle mal. En eso justamente consiste el rencor. Por desgracia, hay quien exagera hasta el límite de soportar maltratos y eso, ni qué decir tiene, resulta intolerable. Son casos en los que aquel supuesto amor no era cariño, sino obsesión o posesión. Y no suelen acabar bien, incluso, a veces, de la peor manera posible, la que ya no tiene remedio. Quienes hablan de “mi mujer” o “mi marido” como de “mi camisa”, con sentido de propiedad y usufructo, se alejan de la faceta humana. Celos que envenenan, odios y envidias que desgastan, hasta impedir ver una nueva luz y remontar el bache sentimental.

Los psicólogos utilizan el concepto de mindfulness o conciencia plena, el cual yo traduzco como tirar para adelante o mirar siempre el lado bueno de la vida, tal y como cantaban los crucificados de Monty Python al final de La vida de Brian.

Por no terminar bañados en almíbar o con excesiva moralina, podemos hacer uno de esos saltos al vacío, aplicando esta suerte de doctrina vital al mundo de la política, tan innovadora en los últimos tiempos, aunque no siempre para bien. Por ejemplo, cuando la canción de Ferrusquilla dice eso de “sabes mejor que nadie que me fallaste, que lo que prometiste se te olvidó”. ¿A qué parece el discurso del socio parlamentario despechado, cuando se dirige al presidente al que estaba apoyando con sus votos? Y, con todo, prosigue la letra, ese antiguo colaborador termina diciendo “que allá en el otro mundo, en vez de infierno, encuentres gloria”. ¡Qué feliz deseo!

En fin, escuchemos de nuevo las dos canciones citadas. Merece la pena.

Publicado en La Voz de Avilés el 3 de marzo de 2016