Cerebros y pechos

Hoy haré dos recomendaciones de lectura, los dos últimos libros que cayeron en mis manos, no precisamente editados ayer, pero adquiridos uno en la Semana Negra de Xixón y otro en la feria del libro antiguo y de ocasión de Avilés.

El primero, Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, de Woody Allen, colección de relatos breves en tono de humor, publicado originalmente en 1971 y editado sucesivamente en España por Tusquets a partir de 1974. Se puede leer gratis aquí y descargar también gratis aquí en PDF. Rescato esta párrafo porque, de absurdo que es, me parece hilarante.

[...el psicoanalista Helmholtz reflexiona...]

Tuve a un tal Joachim B. un hombre de unos cuarenta años que no podía entrar en una habitación donde hubiera un el violonchelo. Lo más grave era que, una vez en el interior de una habitación con el violonchelo, no podía retirarse a menos que se lo pidiera un Rothschild. Además, Joachim B. tartamudeaba. Pero no cuando hablaba. Sólo cuando escribía. Si por ejemplo escribía la palabra «por», en la carta aparecía «p-p-p-p-por». Se le habían muchas bromas con respecto a este defecto, y una vez intentó suicidarse por asfixia con una crêpe. Lo curé con hipnosis y le fue posible llevar una vida normal, saludable, aunque, años más tarde, le entraron ciertas fantasías: por ejemplo, la de encontrarse con un caballo que le aconsejaba estudiar arquitectura.

El segundo libro es de Pepe Colubi, Pechos fuera, rememorando la mítica frase en la serie de Mazinger Z. La cuestión es: ¿realmente Afrodita la dijo alguna vez? En todo caso, Pepe usa esta entradilla para repasar series míticas de la televisión, no sólo de dibujos animados, aunque estos ocupan una parte importante del libro. En algunos pasajes se saltan las lágrimas por el recuerdo, pero sobre todo por la risa. Lo edita Espasa.