Los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy sobre la educación y la sanidad para superar la crisis económica actual «no son inevitables, ni mucho menos la única alternativa». Así de contundente se mostró ayer el investigador del departamento de Economía de la Universidad de Oviedo Roberto Fernández Llera, durante su conferencia «Presupuestos del Estado: de la austeridad al recorte en los servicios básicos», pronunciada en la Casa del Pueblo, y que contó con la presencia de la edil socialista Margarita Vega.
Para el economista, «es evidente que el panorama actual exige medidas contundentes, pero el Gobierno debe actuar sobre dos vías complementarias, los ingresos y los gastos». En base a esta teoría, es necesario recortar gastos, «sin que necesariamente haya que reducir los servicios básicos», y aumentar los impuestos. Como ejemplo, Fernández Llera aludió a la reciente subida del IRPF, al aumento del IBI en los ayuntamientos y al incremento del IVA en 2013, que «no hacen otra cosa que crear malestar en los ciudadanos, ya que son medidas aisladas, que actúan como parches y no atienden a una revisión integral de la política fiscal. En economía no hay nada peor que la incertidumbre, y eso es lo que está pasando».
Las transferencias autonómicas en materia de Educación y Sanidad harán, según el economista, que «muchas comunidades se nieguen a recortar los presupuestos, tal y como ha hecho el País Vasco ante el Tribunal Constitucional». Ante este panorama, una posible solución para Fernández Llera reside en que «España debe pedir a la Unión Europea un período de ajuste más largo, es decir, una senda más creíble de consolidación fiscal, más allá de 2015 o 2016».
Respecto a la situación asturiana, ante una posible intervención del Ministerio de Hacienda si el Principado no cumple con el objetivo de déficit, Fernández Llera fue contundente: «Asturias no va a ser intervenida, están otros mucho peor, como Castilla-La Mancha o Valencia. Nuestros indicadores de deuda y déficit no son tan malos, por lo que el aviso de Hacienda responde a un toque de atención al PP asturiano para que resuelva sus problemas internos y al propio Cascos, es decir, se ha utilizado al Ministerio para fines meramente políticos». Para Fernández Llera, la falta de un Gobierno en Asturias repercutirá negativamente en la economía «de no comenzar de inmediato a tomar medidas revisionistas urgentes». Un mes y medio después de las elecciones, el panorama político asturiano sigue sin resolverse, y para el economista «es terrible pensar que Andalucía también votó el 25 de marzo, ha constituido el Gobierno y acaba de tomar las primeras decisiones importantes, mientras aquí se ha optado por la vía judicial, llegando a una situación insostenible para la ciudadanía».
Crónica de E. V. para La Nueva España, del 16 de mayo de 2012
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