El decretazo laboral, que deja en la cuerda floja a los trabajadores, “introduce incertidumbre y miedo”, en los asalariados, la capa social más amplia de Asturias y de España. Varios economistas del Principado consultados por LA VOZ DE ASTURIAS advierten de que las medidas tomadas por el Gobierno de Mariano Rajoy son malas para el consumo y para el crecimiento de la economía y el empleo a corto plazo, aunque reconocen que era imprescindible abordar algunas reformas. El escenario que se dibuja hasta final de año es el de una recesión que amenaza con dejar a miles de trabajadores asturianos tirados en las colas del paro.
La espectacular manifestación celebrada recientemente en Gijón habla también del pavor que ha levantado entre los trabajadores esta decisión.
“El decretazo laboral es malo para el consumo y para el crecimiento de la economía y el empleo. Estamos en un círculo vicioso. La reforma laboral en vez de crear empleo puede que lo destruya a corto plazo y si lo va a crear a largo plazo la reforma no era necesaria”, afirma tajante Roberto Fernández Llera, investigador del Departamento de Economía Universidad de Oviedo “El consumo privado está muy deprimido y lo va a estar aún más. En esto tiene mucho que ver la reforma laboral. Mucha gente podía considerar que tenía un empleo estable antes, pero ahora ya no está nadie, prácticamente, seguro, salvo los funcionarios de carrera”, añade.
Desde el lado de la inversión de las empresas ocurre algo parecido. “Las están aguantando como pueden o cierran, con lo cual la pata del crecimiento está muy limitada. La aportación que hace nuestro sector exterior es también bastante limitada, porque no somos competitivos en muchos productos y la pata del estímulo fiscal del sector público la estamos cercenando, con lo cual estamos cavando hacia abajo, no ya que toquemos fondo”, explica.
El objetivo del déficit “Ya nadie puede decir que vamos a poder cumplir el objetivo de déficit que estaba marcado. Las circunstancias han cambiado por completo. Vamos hacia una nueva recesión y habrá que ir hacia un nuevo objetivo de consolidación fiscal”, resalta Llera. En su opinión, “esto sólo admite dos opciones: que la Comisión Europea autorice a España a tener más años para hacer el ajuste para alcanzar un déficit más bajo no en 2013 sino en 2015 o 2016. La segunda opción sería olvidarse de las nuevas previsiones. Tener inalterables los objetivos de déficit y hacer un ajuste durísimo, aún más del que ya se estaba haciendo por el anterior Gobierno y por el actual. Desde luego, mi opción es la primera.
En su opinión, la única opción sensata “es plantear una moratoria con un número de años más amplio para hacer el ajuste. Si optamos por hacer el ajuste cueste lo que cueste vamos a profundizar en la crisis”, advierte.
La reforma laboral tiene muchas cosas muy criticables, recalca. Entre ellas “los sistemas de flexibilidad interna que se introducen en las empresas, que permite reubicar a trabajadores en otros puestos con sueldos menores, aparte del abaratamiento del despido, que suponen en conjunto una pérdida de derechos evidente”. Añade también un factor de “inestabilidad en algunos puestos que hasta ahora se tenían como estables en el sector público”. Salvo quienes sean funcionarios de carrera “ya nadie está libre de verse inmerso en un expediente de regulación, ciertamente, a un despido”, resume fríamente.
Noticia completa en La Voz de Asturias del 27 de febrero de 2012.
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