'La monstrua vestida' (Carreño Miranda) y 'El caballero de la mano en el pecho' (El Greco) |
Avilés encara otro verano. Tiempo de mayor relax (no para todo el mundo), días más largos (aunque sigan teniendo 24 horas), menos ropa y más horas de pendoneo. Del bautismo veraniego por San Juan al fin de fiesta en agosto, añadiendo la previa de junio y el epílogo de septiembre, tenemos más de 100 días para disfrutar.
Es innegable que en los últimos años la oferta del verano avilesino ha mejorado. En 2011 tuvimos la novedad del Centro Niemeyer, el año pasado los veleros y el Museo de la Historia Urbana de Avilés y en este 2014 tenemos de nuevo teatro, festival intercéltico, festival de cine y arquitectura, exposición de pintura y, como colofón, “lo de siempre”, dicho sea en el mejor sentido, ya que es mucho y bueno. Por cierto, ¿para cuándo la solicitud formal de Patrimonio de la Humanidad para nuestro fenomenal casco histórico? Pero no nos quedemos en el folleto publicitario.
Es innegable que en los últimos años la oferta del verano avilesino ha mejorado. En 2011 tuvimos la novedad del Centro Niemeyer, el año pasado los veleros y el Museo de la Historia Urbana de Avilés y en este 2014 tenemos de nuevo teatro, festival intercéltico, festival de cine y arquitectura, exposición de pintura y, como colofón, “lo de siempre”, dicho sea en el mejor sentido, ya que es mucho y bueno. Por cierto, ¿para cuándo la solicitud formal de Patrimonio de la Humanidad para nuestro fenomenal casco histórico? Pero no nos quedemos en el folleto publicitario.
Hace unos días, visité Toledo y me encontré con hoteles llenos y calles atestadas de gente (eso sí, de noche, ni un alma). Cabe reseñar que Avilés y Toledo comparten cifra de población (83.000 habitantes) e ilustres pintores de referencia, Carreño Miranda y El Greco, respectivamente. La casualidad hace que los dos ‘cumplan’ ahora 400 años, el avilesino desde su nacimiento y el hispano-griego desde su fallecimiento. Lo cierto es que al ver el millón de visitantes que pasó por la exposición ‘El Griego de Toledo’, el economista no puede dejar de pensar en el enorme impacto sobre la renta y el empleo que ha tenido la cultura –en este caso la pintura- en la ciudad castellanomanchega. El éxito de la muestra ha sido tal que ya se anuncia su inmediata continuidad con nuevas actividades. Mensaje para escépticos: de cultura también se come. No pensaba igual aquel necio ministro ‘berlusconiano’ que invitaba a “hacerse un bocadillo” (sic) con la ‘Divina Comedia’ de Dante. Sin comentarios.
Creo que debemos felicitar a Toledo por la eficiencia de esta iniciativa o, por decirlo en la jerga administrativa decimonónica, por su acierto. Cierta envidia es lógica, pero no es menos cierto que Toledo no tiene verde de montes, ni azul de la mar, ni clima suave, ni el resto de Asturias a su alrededor. No es pasión; es realidad.
Parafraseando a nuestro patrono San Agustín, podríamos decir eso de “dame continencia, pero no ahora”. Hay mucho por hacer.
Publicado en La Voz de Avilés el 28 de julio de 2014
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